jueves, 30 de diciembre de 2010

Reflexiones de fin de año

Yo no he venido a este mundo para arrastrarme, para mendigar, para pedir, para salvaguardar mi culo, en definitiva, para vivir una vida insulsa, insípida, incolora e inolora. En estos tiempos en los que está tan de moda obedecer, agachar la cabeza y no rechistar, se impone la necesidad de protestar, de reivindicar, de moverse, de imaginar. La sensación es que la tortilla no va a dar la vuelta, que todo va a quedar igual, como lo mejor que podría pasar. Pero no, no hemos venido a este mundo a dejar que nos pisoteen y que nos sojuzguen. Está en nuestra mano cambiar las cosas, ahora más que nunca. Cuando oigo por la calle a decir que es mejor "de pedir, que de robar", siempre pienso lo mismo; que no, que es mejor robar que pedir. La propiedad es un robo, un invento. Como dijo Rousseau, el hombre abandonó el estado de naturaleza y la felicidad cuando un individuo decidió cercar un trozo de tierra y decir que era suyo. Feliz año 2011. Salud, libertad y acracia.

1 comentario:

  1. Chapeau! No fusilo el texto porque ya iba a ser copiar demasiado en una semana :P

    ResponderEliminar