jueves, 30 de diciembre de 2010

Reflexiones de fin de año (de otro)

    En 1975 yo tenía 15 años (a diferencia de mi compi que no había nacido aún). Y miraba el mundo con ojos curiosos, emocionado por lo que ocurría.
    La palmó Franco y parecía que se movía la cosa o, por lo menos, que todo podía cambiar.  Fuera de este puto país de mierda también parecía que todo iba a cambiar radicalmente: la lucha antiguerra de Vietnam, las secuelas del mayo francés, el nacimiento de los movimientos alternativos...
    Luego la cosa se fue enfriando y el sistema nos fue adormeciendo y acunando en un colchón relleno de "confort",  sociedad de consumo, perspectivas de mejora, bienes de consumo, hipotecas y democracia.
    Y ahora que el sistema ha hecho un ¡crack! del copón, vamos perdiendo los bienes de consumo, las perspectivas de mejora... las hipotecas se sustituyen por desahucios y el sistema democrático no nos vale.
    Y volvemos al principio: al momento donde parece que todo puede volver a cambiar radicalmente. Empiezo a mirar el mundo otra vez con ojos curiosos.
    No fallemos esta vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario