Eterna manifestación que nos llevó por medio Madrid. Menos mal que al final no llovió. Pero, claro llegamos a donde había que escuchar los turnos de palabra y a los grupos de música y la peña pegó una espantada para comer cojonuda.
Pero bueno, mucha gente. Una bonita anécdota. Al llegar al número 88 de la calle Mayor espontáneamnete la peña comenzó a gritar "se siente, se siente, Mateo está presente".
Algunas pancartas y gente:
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