La secuelas de la revolcución tunecina salpica a los países del área. Se registran protestas y manifestaciones de apoyo al pueblo tunecino en Argelia y Libia (sus vecinos), además de Egipto, Jordania, Siria y Yemen. Bashr Al Asad de Siria y el rey Abdalá de Jordania prometen rebajas de impuestos y frenar la carestía. Gaddafi cierra el acceso a algunos servicios de internet como Youtube. Los esfínteres de los vecinos de Túnez se contraen a ojos vista.
Intensos combates entre los leales de la Guardia personal de Ben Ali y el ejército.
Ha sido detenido el ex responsable de la seguridad del dictador, Alí Seriati, que será juzgado. Es previsible que la historia termine como suele acabar: con la soga alrededor del cuello de Seriati.
La oposición propone un gobierno de concertación y elecciones anticipadas.
Veremos qué responde la población a esa oferta.
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