lunes, 11 de junio de 2012

Felipe Ehrenberg: el arte en su versión anarquista



Durante la década de los 60 en México, sucedió el cambio más grande en una generación. El ambiente sociopolítico fue propicio para que surgiera una nueva escuela de arte. Dentro de ese ambiente rico y convulso surgió la semilla de lo que hoy se considera el arte contemporáneo mexicano. En el centro del escenario, un hombre: Felipe Ehrenberg.
    Ehrenberg (México DF, 1943) es un creador múltiple, escultor, dibujante y perfomancero. Tal parece que no hay rincón del arte contemporáneo que este navegante de aguas tempestuosas no haya explorado. Con una vida y obra tan interesantes, asomarse a los cajones de su archivo personal resulta de lo más atractivo.
    Circuito abierto: dos experiencias editoriales en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo es un chapuzón en la obra editorial de Ehrenberg, como parte de los trabajo del Centro de Documentación Arkheia. Si bien no se trata de una exploración de su archivo privado, como suelen ser lo proyectos de Arkheia, la exposición sí recorre la obra casi íntima de Ehrenberg como artista autogestivo. Esto es, un artista que básicamente ha hecho lo que se le pega la gana.
    La curaduría de Circuito abierto: dos experiencias editoriales estuvo a cargo de dos conocedoras en primera persona del arte contemporáneo mexicano y de la obra de Ehrenberg: la artista Magali Lara y Martha Hellion, confundadora de la editorial Beau Geste Press.
    El recorrido incluye unos 200 impresos, entre revistas, postales y dibujos, ejemplares de la revista Schmuck (seminal en el arte contemporáneo) y documentos del movimiento Fluxus. Fluxus es una importante influencia en la obra de Ehrenberg, por sus ideas en contra de la obra de arte como objeto vendible y la proclama de la libertad absoluta del autor frente al statu quo. El arte como anarquía.
    Hay también fotografías, muchas de ellas son testimonio de su vida en Inglaterra, a principios de la década de los 70. En tierras británicas, Ehrenberg fundó la editorial Beau Geste Press, donde por medio de la autogestión se publicaron libros de artistas y catálogos. La exposición explora dos distintos circuitos de distribución de las artes, retando los sistemas tradicionales de galerías y apoyos públicos.
    Hoy en día que en el mundo del arte tanto se habla de la autogestión como opción de libertad, la experiencia de Ehrenberg es oro puro. Especialmente en los años 70 la autogestión tomó un cariz político importante. Casi era una táctica de guerrilla contra los monopolios de poder. Ehrenberg, desde su experiencia europea, trajo a México en la década siguiente, los 80, un modo nuevo de hacer las cosas: el artista convertido en editor, corrector, dealer y gestor de su propia obra. Se usaban medios baratos y al alcance de cualquiera, como papel revolución e impresiones mimeográficas y fotocopias. Así nacieron también los fanzines, esas revistas hechas a mano por fanáticos de movimientos culturales.
    Circuito abierto: dos experiencias editoriales desmitifica la obra artística como objeto precioso que debe ser impreso sólo en el mejor papel, estar encerrado en catálogos cuya virtud es ser bonitos. El arte puede ser también un objeto sudoroso, guerrillero y a contracorriente.

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